Non hai pataca como a Kennebec! La variedad de patata Kennebec es una de las más consumidas y
preferidas en Galicia, debido a su intenso sabor y versatilidad a la hora de cocinar. Nos gustan para
nuestros cachelos, de ahí el dicho popular “non hai pataca como a Kennebec!”. Es una variedad
muy polivalente que admite diversos modos de preparación, muy buena para cocer, guisar y
también para las tortillas. Muy nutritivas por la gran cantidad de almidón que contiene y consistente
a la hora de cocinar por ser escasa en agua. De carne blanca por adentro y de color amarillo suave
en la piel lisa y con alguna que otra motita, es la más buscada por los gallegos, por eso, también se
conoce como “Patata Gallega”. Única variedad de patata, actualmente, cultivada bajo el amparo de
la IXP (Indicación Xeográfica Protexida) en las subzonas de Bergantiños (A Coruña), subzona da
Terra Chá-A Mariña (Lugo), subzona de Lemos (Lugo) y subzona de A Limia (Ourense), desde
hace más de 25 años, cada vez se dedican más hectáreas de terreno para su producción. Producción
de bajo rendimiento por otra parte, con unas pocas patatas desiguales por planta, generalmente
pequeñas con algún que otro patacón, la encontramos con facilidad en los mercados gallegos a
finales de verano. Se trata de una variedad temprana, puesto que necesita al rededor de 90 días para
hacerse, después de emerger. Entra dentro de la categoría de patatas de conservación, lo que implica
que es una variedad de patata que podemos almacenar y consumir durante meses, siempre y cuando
se almacenen en las condiciones adecuadas para evitar su toxicidad, a saber, minimizando la
exposición a la luz directa para evitar la formación de solanina, la cual se manifiesta con las
características manchas verdosas y evitando entornos húmedos para su almacenamiento